DOÑANA: EL ROBO DE NUESTRO PATRIMONIO.
Como estamos viendo la crisis sirve de escusa para hincar el diente a lo que es patrimonio de todas y todos.
Sabíamos ya del tráfico de influencia entre políticos y grandes empresas, sobre todo energéticas, que frenan el desarrollo de las renovables, tan importantes para nosotr@s, para salir de la dependencia energética de las energías fósiles en la que se basa nuestra sociedad postindustrial. Sabemos que el señor Felipe González, que fue hasta hace menos de dos meses presidente del consejo de participación de Doñana e hizo bien poco por la defensa de este espacio natural protegido por leyes Andaluzas, nacionales e internacionales.
Es a su vez consejero delegado de Gas Natural-Fenosa, una de cuyas filiales es a la que se autoriza ahora para construir más gaseoductos y pozos, en Almonte, entorno de Doñana. Con la posibilidad aún más grave de que se utilice, tras su explotación, el subsuelo de Doñana para almacenar de gas.
http://www.boe.es/boe/dias/2013/01/28/pdfs/BOE-A-2013-819.pdf
http://www.boe.es/boe/dias/2013/01/28/pdfs/BOE-A-2013-820.pdf y la peor de todas: http://www.boe.es/boe/dias/2013/01/29/pdfs/BOE-A-2013-868.pdf.
Equo-Andalucía considera imprescindible ya apostar por un cambio de modelo energético pues nuestra sociedad depende totalmente, es adicta a los combustibles fósiles que ya han alcanzado su pico de producción , lo que significa que, como estamos viendo, cada vez será más difícil, costoso, inseguro y contaminante extraerlos.
Los ataque a nuestro patrimonio natural, siendo este muy grave, no se limitan a Doñana. En estos momentos en Andalucía se han autorizado o están pendientes de autorizar varios
proyectos de extracción de gas no convencional por medio de la fractura hidráulica o Fracking. Nuestras costas y fondos marinos también están amenazadas por la extracción de hidrocarburos, es el caso de un proyecto de Repsol a tan solo 6 km de la cala de Mijas en Fuengirola.
La solución a los problemas de nuestra tierra no pasa por más gaseoductos, más producción de hidrocarburos. Esto solo beneficia a unos pocos, por otra parte con una visión cortoplacista y sin escrúpulos.
No vamos a consentir que nuestros mares y campos se llenen de perforaciones para engrosar los beneficios de estas empresas, que nunca redunda en el de l@s que aquí vivimos. Muy al contrarío. Nuestra salud, la de las generaciones venideras, nuestra cultura, el derecho a poder vivir en nuestra tierra, depende de que hoy mismo iniciemos la transición energética. Basada en nuestro patrimonio natural, cultural y social.
En Andalucía tenemos los recursos y el capital humano necesario para ello solo nos falta voluntad política y poner freno a la corrupción, venga de donde venga.
Hemos sido líderes mundiales en energías renovables, la influencia de los lobbis están arruinando esta industria al no permitir desarrollar el autoconsumo y el balance neto.
Nuestra comunidad que muestra en sus tasas de paro las mayores de de Europa se ve así privada de poder apostar por la transición energética a la producción 100% renovable, la eficiencia, la rehabilitación energética de edificios públicos y privados, La producción industrial de plataformas eólicas marinas, de equipos fotovoltaicos, la investigación en los “Campus de excelencia”.
Menospreciamos y malvendemos lo mejor de lo nuestro, mejor dicho nos lo venden.
Nuestros hijos tienen que emigrar, pues el destino que se le ha encomendado a Andalucía es el de ser los camareros y sirvientes para un turismo barato diseñado desde los que mandan en Europa.
No nos resignamos a aceptar esta realidad. El empleo verde es un filón para Andalucía que no vamos a dejar pasar de largo porqué otros tengan intereses particulares, insolidarios con nuestra tierra que agoniza empobreciéndose cada día más.
Ya vale de señoritos, sean estos Andaluces o Germánicos.
Andalucía no se vende, se defiende.
Los poderosos
No son los funcionarios, los políticos. No
los que se pavonean y gozan sino los
de abajo, los que trabajan, sueñan
y sufren, son los que realizaran la
fraternidad humana.
RAFAEL BARRET.