En la coyuntura histórica en la que nos encontramos:
Que es una crisis sistémica, cultural, de estilo de vida que abarca y conjuga a:
-LA CRISIS ECOLOGICA
-Con un mundo lleno: 7.000 millones de habitantes y creciendo a un ritmo exponencial.
-Con una crisis de límites del planeta para seguir creciendo al uso. Realidad que nos ocultan, que no es debatida, siendo urgente participar tod@s en el modo de encararla:
-Cambio climático
-Huella ecológica
-Pico del petróleo y materias primas que producen guerras, devastación, más contaminación y desigualdad.
-LA CRISIS DE DEMOCRACIA
-Con una crisis de democracia, de participación, agudizándose y contribuyendo al aumento de la violencia en todo el mundo y en nuestro territorio también; traumatizado por una guerra civil en la generación de nuestros abuelos y por dos devastadoras guerras mundiales en el siglo pasado.
-El descredito de la política como forma de dar soluciones gracias al embargo de los poderes institucionales con sus leyes que impiden una participación ciudadana real.
LA CRISIS DE DESIGUALDAD
-con una tremenda crisis de desigualdad en la que más de 1000 millones de personas padecen hambre crónica y la tendencia es hacia el aumento de las desigualdades.
-Guerras, terror, violencia y fascismos en aumento.
-Con la mitad de la población: Las mujeres en situación de inferioridad, sin voz, denostadas, cuando no asesinadas.
-Alienación y desposesión de nuestra cultura y bienes comunes que se viene produciendo desde antes de la revolución industrial y se agudiza en los estertores de este sistema con el intento de acaparar los últimos recursos (agua, tierras, medio ambiente) y formas culturales sostenibles con el planeta que los seres humanos, en sus diferentes formas han articulado a través de la historia para vivir.
PROPONEMOS SOLUCIONES ANTE ESTA REALIDAD COMPLEJA
Empoderamiento de los hombres y mujeres atraves de la participación. Las soluciones solo pueden venir de las personas que libre y conscientemente, asuman su capacidad para transformar la sociedad. Sin participación real no hay democracia. Esto supone un cambio cultural desde una pseudo democracia a una democracia participativa con los instrumentos del siglo 21. Que nace desde abajo, en asociaciones de barrio, grupos de intereses comunes, municipios; allí donde se expresa la voluntad y el conocimiento de tod@s.
*Es necesario proponer, debatir, imaginar que otro mundo es posible. Y no solo posible sino imprescindible, mejor, más justo y humano. La solidaridad forma parte de nuestro ADN y l@s que han tenido acceso a la sociedad de consumo saben que esta no calma el ansia humana de felicidad en paz y fraternidad. Que se mantiene por la publicidad y porque los medios de comunicación de masas son propiedad de la minoría que gobierna el mundo.
*Para que otro mundo sea posible en primer lugar necesitamos un cambio de mentalidad.
Por lo tanto hay que mostrar y demostrar que se puede vivir mejor con menos, pero no de cualquier manera.
Para vivir bien necesitamos tiempo, nos han robado nuestro tiempo, en las fabricas las oficinas, en las universidades y colegios, las personas no tenemos como fin en la vida trabajar. Necesitamos socializarnos libremente, compartir, crear, disfrutar, si queremos, de no hacer nada; tener, lo único que realmente poseemos: un tiempo, limitado, para vivir en este mundo.
-Necesitamos continuar poseyendo y recuperar bienes comunes inalienables como el agua, un medio sano que nos permita vivir sin enfermar, que frene la destrucción, que posibilite el disfrute de la belleza de este mundo.
– Necesitamos mantener, potenciar y adaptar los recursos que en los países desarrollados hemos creado en el siglo xx, como son los sistemas públicos de salud, las bibliotecas, nuestras universidades, las redes de servicios públicos de transporte ferroviario. Un sistema de apoyo social para evitar la marginación.
-El gran potencial humano que se ha desarrollado al calor de una época de bonanza económica, deudora con los desfavorecidos, pero que ha posibilitado redes inteligentes en todo tipo de campos y especialidades. Ahora en riesgo con las privatizaciones en universidades, hospitales universitarios, industria publica etc.
LA RENTA BÁSICA UNIVERSAL
Propuesta transformadora desde la ecología política, que supone un cambio cultural e incide en las tres crisis que se conjugan.
Será viable manteniendo los bienes comunes en manos de tod@s.
Con conciencia de que es posible vivir mejor con menos en el sentido material de la palabra, o si se quiere “menos es más”.
Que tod@s tenemos derecho a aportar con nuestro trabajo a la sociedad.
Que tenemos que pensar en una sociedad del presente hacia el futuro, donde no nos podemos permitir expulsar a nuestros jóvenes, con gran dolor, porque aquí no hay sitio para ell@s.
Por lo tanto trabajar menos para que trabajemos todos.
Necesitamos recuperar el control de nuestra economía, de la economía real sobre la financiera, con bancos públicos al servicio de esta. Unido a una fiscalidad justa, sin paraísos fiscales, contribuyendo las rentas del capital en la misma proporción que las rentas del trabajo. Es necesario un empoderamiento de la ciudadanía que posibilite tener bajo control a los poderes financieros.
Idear, imaginar, debatir, recuperar el hábito de hablar sobre cómo dar solución a los problemas participando, actuar contra el despilfarro en un mundo limitado y muy dañado por una cultura del consumo que nos ha llevado al llamado Antropoceno. Inmersos en una crisis cultural que se está sosteniendo gracias a la publicidad. No podemos olvidar los efectos que en la actualidad tienen los medios de comunicación de masas para convencernos de nuestras necesidades porque sin consumismo este modelo de sociedad se desbarata.
Nuestra forma de contrarrestar es potenciar la inteligencia colectiva. La propuesta de Equo es darle cauces. Partiendo del horizonte que marca esta utopía, Equo se articula aquí y ahora como partido para servir de medio de participación ciudadana, de democracia radical, horizontal, de confluencia de multiples personas y grupos. Con una visión global y fraternal.
Tengo esperanza, soy optimista porque se están dando las condiciones, por un lado por la agudización de las contradicciones a las que estamos sometidos, viendo la corrupción, la destrucción, la falta de control social sobre las políticas que inciden en nuestras vidas.
Existen ya en el mundo intentos, formas culturales y políticas que se vienen desarrollando.
En España desde la guerra civil con las experiencias autogestionarias que incluyeron a dos millones de personas en esos momentos revolucionarios, En países y territorios que se niegan a diluirse en la mundialización de la sociedad de consumo como Altermundistas, movimientos para la soberanía alimentaria, movimientos feministas, ecologistas etc.
Y a nivel local experiencias de todo tipo que van en la dirección de la autorganización para la transformación de la vida diaria en paz como grupos de discusión, monedas sociales, empujes hacia la relocalización, cooperativas de crédito, iniciativas de participación ciudadana directa con nuevas tecnologías, etc.
En la sociedad están las respuestas que necesitan articulación, confluencia para hacer frente a los retos que nos demanda nada menos que una nueva civilización.
Por todo esto La crisis es una oportunidad.
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Todo lo que se dice en esta entrada es tan de sentido común, que me cuesta creer que las ideas expresadas no estén ya presidiendo nuestros pueblos y ciudades… Me parece imprescindible ese proceso de empoderamiento del que habla el post. Saludos afectuosos.